Temazcalli señaló que el tratamiento se enfoca en la reducción de los riesgos asociados a través de psicofármacos, terapia individual y familiar.
  • Instituto Temazcalli señaló que es posible la atención oportuna, el tratamiento se enfoca en la reducción de los riesgos asociados a través de psicofármacos, terapia individual y familiar.
  • En 1999 la OMS reveló su primer programa de prevención del suicidio “SUPRE” que incluyó diversas publicaciones sobre prevención, intervención y tratamiento en caso de suicidio.

En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio este 10 de septiembre, el Dr. Adolfo Lara Rodríguez, psiquiatra del Instituto Temazcalli compartió algunos de los factores de riesgo más importantes asociados con la conducta suicida, entre los que destacan aspectos psicológicos como la desesperanza, dificultades de adaptación, acoso escolar, estrés familiar, dificultades económicas, dolores crónicos no controlados, por mencionar algunos, por lo que hizo un llamado a la población a acercarse a las y los profesionales de la salud mental ante la primera señal de alarma para recibir el tratamiento correspondiente.

“La persona es más vulnerable al padecer un trastorno afectivo como depresión mayor o trastorno bipolar, abuso de alcohol y otras sustancias, así como otros trastornos mentales como esquizofrenia. Aspectos psicológicos como la desesperanza, las dificultades de adaptación y la rigidez cognitiva son comunes en la población con riesgo. Los factores sociales como el acoso escolar, el estrés familiar y las dificultades económicas, entre otras, son considerados también como estresores. Respecto a las enfermedades físicas, todas aquellas que cursen con dolor crónico no controlado son de especial interés para atención oportuna y disminuir el riesgo”, añadió.

De acuerdo al especialista, en un paciente con conducta suicida existen diversas técnicas psicoterapéuticas para el abordaje e intervención de la condición clínica, sin embargo, la elección de alguno de ellos depende de cada situación en particular y el manejo debe ser individualizado.

Hasta el momento no existe un fármaco específico para el tratamiento de la conducta suicida, y que la elección del manejo farmacológico dependerá de la correcta evaluación del paciente, de la patología subyacente que ha generado la presencia de conducta suicida, así como de los factores de riesgo presentes en cada caso en particular.

Respecto a la relación del consumo de sustancias y el suicidio, el psiquiatra comentó que es altamente prevalente que los individuos consumidores de sustancias sean portadores de otra enfermedad mental como depresión o ansiedad y esto los ha llevado al consumo de sustancias, lo que se llama patología dual; por ello, estos pacientes presentan una mayor gravedad clínica y es común que esta población sufra marginación, desempleo, poco apoyo social y familiar. Finalmente, hizo un llamado a la población a acercarse a profesionales de la salud mental ante la primera señal de alarma, así como al Instituto Temazcalli en caso de presentar un consumo de sustancias acompañado de ideas o conductas suicidas. El instituto se encuentra ubicado en Fray Diego de la Magdalena #106 colonia Industrial Aviación o a pueden comunicarse a los teléfonos 4448126196 o al 4448147680.