Más de 200 pacientes renales en San Luis Potosí, entre ellos niños y adolescentes, exigieron al gobierno estatal y federal la reapertura inmediata del Programa de Trasplantes Renales en el Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Ignacio Morones Prieto”, cerrado desde el inicio de la pandemia de COVID-19 y aún inactivo, pese a promesas de reactivación hechas desde noviembre del año pasado.
Durante una manifestación frente al Centro Estatal de Trasplantes (CETRA), los enfermos denunciaron que el cierre del programa ha costado vidas. “Yo creo que unos 10 pacientes han muerto en la unidad estatal por la espera”, señaló uno de los afectados.
Los afectados, provenientes de municipios como Río Verde, Villa de Reyes, Mexquitic y Guadalcázar, dependen exclusivamente del sistema público de salud. Una cirugía privada cuesta más de 600 mil pesos, cantidad inalcanzable para la mayoría. Aunado a ello, denunciaron desabasto de insumos en el Centro Estatal de Hemodiálisis, donde reciben tratamientos mientras esperan un trasplante. “Unas pastillas para el corazón, azúcar o presión cuestan más de mil pesos al mes, y eso es poco”, dijo otro paciente.
El grupo, acompañado por su asesor legal Isaac Ramos López, entregó un documento dirigido a autoridades de IMSS-Bienestar, Dirección de Atención Médica y CETRA, en el que demandan:
1. Mesas de trabajo inmediatas para definir tiempos y estrategias claras de reapertura.
2. Que los acuerdos se documenten en minutas oficiales con compromisos verificables.
3. Garantizar el abasto de insumos en el Centro Estatal de Hemodiálisis.
Recordaron que el artículo 4º de la Constitución y tratados internacionales obligan al Estado mexicano a garantizar el derecho a la salud. Finalmente, los pacientes subrayaron que la reapertura del programa no es un asunto administrativo, sino de vida o muerte.