El artista callejero Banksy volvió a intervenir el espacio público con dos nuevos murales en Londres. En ellos aparecen dos niños abrigados mirando al cielo, una imagen que funciona como recordatorio de los “invisibles” en plena víspera de Navidad.
Aunque Banksy confirmó la autoría de una de las obras a través de redes sociales, dejó su pieza “gemela” envuelta en misterio. Ese silencio, para muchos, refuerza el mensaje: una infancia que la ciudad prefiere no ver, obligada a vivir a la intemperie.
Lejos del tono de protesta política directa que marcó sus trabajos recientes, el artista parece cerrar el año con una imagen más contenida pero igualmente contundente, invitando a detener la mirada en quienes, bajo el mismo cielo, carecen de un hogar.
