El alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos no descarta que se esté fraguando un boicot contra la seguridad del Centro Histórico, y aunque evitó afirmarlo de forma contundente, dejó claro que percibe una intención de exagerar los hechos delictivos en la zona.
Lanzó una advertencia ambigua pero contundente: no descarta que haya un boicot orquestado contra la seguridad del Centro Histórico. Aunque no quiso afirmarlo, sus palabras sembraron la duda. “Me da la impresión de que sí (hay boicot), pero no lo quiero afirmar. Se robaron $500 y en redes ya eran $500 mil. Ni siquiera había armas, pero dicen que sí. Se están maximizando cosas que no tienen esa gravedad”, declaró al referirse a un reciente robo en un local del primer cuadro de la ciudad.
Sin embargo, más allá de las suposiciones, la realidad es que la estrategia de seguridad sigue sin dar resultados contundentes. Galindo insiste en que su gobierno trabaja para “blindar la ciudad”, pero al mismo tiempo admite que el país tiende a descomponerse, y que San Luis Potosí no es la excepción.
El alcalde anunció una serie de medidas: más patrullas, más cámaras y un paquete económico de estímulos para policías, ya aprobado por el Cabildo. “Casi nadie me pregunta, pero yo lo pongo en primer lugar: el policía debe estar contento porque entrega su vida, y lo vamos a respaldar”, dijo. También anunció que se reforzarán las entradas y salidas de la ciudad y que está por concretarse una reunión con el secretario de Seguridad federal. Pero esa reunión aún no tiene fecha.
Galindo pidió evitar hablar mal del Centro Histórico, pues asegura que eso “auto perjudica” a la ciudad. Mientras tanto, la ciudadanía sigue esperando respuestas claras, no solo discursos ambiguos o promesas por cumplir. Y aunque el alcalde evite decirlo con todas sus letras, su declaración deja una pregunta en el aire: ¿quién se beneficia del caos en el corazón de San Luis?
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