En Campinas, Brasil, se inauguró una fábrica de mosquitos con un objetivo revolucionario: salvar millones de vidas. La compañía británica Oxitec producirá semanalmente millones de mosquitos modificados con la bacteria Wolbachia, que no afecta a humanos ni animales, pero bloquea la transmisión de virus como dengue, zika y chikungunya.
Con esta innovación, los científicos esperan reducir drásticamente la propagación de enfermedades tropicales que afectan a millones cada año.