Comercio formal contra informal: crecen las tensiones en la capital potosina

Durante agosto, la Dirección de Comercio del Ayuntamiento capitalino llevó a cabo más de 100 acciones entre clausuras, suspensiones de permisos, actas administrativas y recomendaciones a negocios de todo tipo: desde tintorerías y papelerías hasta bares, antros y hoteles.

El titular del área, Ángel de la Vega, explicó que los operativos se enfocan en dos frentes: por un lado, los comercios que trabajan sin licencia, y por otro, aquellos que fueron clausurados pero no cumplen con las reglas después de pagar sus multas. “Muchos hacen caso, muchos se tiran a la hamaca. Se les acaba el término y tenemos que regresar a clausurarlo”, reconoció.

Mientras tanto, en las calles del Centro Histórico el panorama es muy distinto. El regidor Eikoo Koasicha Hipólito admitió que existen mil 73 comercios ambulantes registrados, pero aceptó que la cifra “se incrementa todos los días”, incluso en zonas emblemáticas como la Plaza de Armas y el Palacio Municipal. Organizaciones como Nuestro Centro y empresarios calculan que en realidad hay entre 2 mil y 2 mil 300 negocios informales, más del doble de lo que dice el Ayuntamiento.

El sector establecido acusa un trato desigual. Alejandrina Cedillo, empresaria potosina, denunció lo que llamó un “nulo trabajo” para reordenar el ambulantaje y un “constante hostigamiento” contra quienes sí cumplen con trámites y pagos. Incluso pidió la renuncia de De la Vega, aunque el propio regidor Koasicha dejó claro que el director seguirá en su cargo.

Los comerciantes formales exigen piso parejo: “Nosotros pagamos impuestos, licencias y permisos, mientras los ambulantes operan sin nada”, reclaman.