Un hombre británico fue condenado por provocar intencionalmente dos incendios en su propia casa en Northumberland la misma noche, motivado por una obsesión con los bomberos. James Brown, de 26 años, llamó en repetidas ocasiones al servicio de emergencia alegando incidentes sospechosos, pese a que ya se había cortado la energía eléctrica en su vivienda.
Los hechos ocurrieron en septiembre de 2023 y despertaron sospechas entre las autoridades luego de que Brown reportara un segundo incendio poco después del primero, que supuestamente había comenzado por chispas en el contador eléctrico. Tras una investigación, la policía concluyó que el fuego fue provocado de forma deliberada.
Según la fiscalía, Brown había realizado unas 80 llamadas al servicio de bomberos en el último año, y durante su arresto mostró satisfacción al ver a los cuerpos de emergencia en su propiedad. Fue acusado de conducta imprudente y de poner en riesgo tanto su vida como la de los demás.
El juez Robert Adams lo condenó a ocho meses de prisión con suspensión de pena por dos años y le ordenó cumplir 150 horas de trabajo comunitario. En el juicio se reveló que el acusado había sido diagnosticado recientemente con autismo y que su interés en los bomberos era profundo y obsesivo.
“En un mundo ideal, usted sería bombero. Su obsesión parece más centrada en contactar con el servicio que en causar daño”, afirmó el juez durante la sentencia.
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