México amaneció este 9 de octubre con la esperanza de ver a Cristina Rivera Garza convertirse en la primera mujer mexicana en recibir el Premio Nobel de Literatura, un reconocimiento que habría coronado una trayectoria ya sólida y aclamada en todo el mundo.
Aunque el galardón no llegó, la autora de “El invencible verano de Liliana” sigue siendo una de las voces más potentes y comprometidas de la literatura contemporánea. Su obra, que combina memoria, dolor y resistencia, ha conmovido a miles de lectores al reconstruir la historia de su hermana asesinada, y al mismo tiempo, denunciar la violencia machista con una fuerza literaria sin precedentes.
A lo largo de su carrera, Rivera Garza ha recibido premios nacionales e internacionales, entre ellos el Sor Juana Inés de la Cruz (en dos ocasiones), el Roger Caillois de Literatura Latinoamericana, el Xavier Villaurrutia y el Pulitzer, consolidando su lugar entre las autoras más importantes del siglo XXI.
El Nobel habría sido la cereza del pastel, pero su legado ya es una victoria para las letras mexicanas y para quienes creen que la literatura también puede ser un acto de justicia.