Cuidado: tu ansiedad puede ser contagiosa para tu perro

La conexión con tu perro ya no es solo intuición: estudios de la Universidad de Linköping en Suecia confirman el “contagio emocional”, donde el cortisol de tu cuerpo se sincroniza con el de tu mascota, haciendo que absorba tu estrés.

Además, investigaciones de la Universidad Estatal de Oregón muestran que comparten microbioma intestinal, por lo que hábitos como la alimentación y el sedentarismo los afectan a ambos.

La próxima vez que notes a tu perro inquieto, recuerda: cuidarte a ti es, literalmente, cuidarlo a él.