Lo que inició como una denuncia por presunta privación de la libertad terminó convertido en un dramón completo en Ciudad Fernández: comunidad menonita movilizada, esposa e hijos llorando, una mujer señalada como “amante”, y un final que nadie veía venir.
Todo comenzó cuando familiares y miembros de la comunidad menonita pidieron ayuda para “rescatar” a David, asegurando que estaba retenido en una casa de la calle Moctezuma y, supuestamente, bajo el influjo de sustancias. La protagonista del domicilio: Itzel F., quien ha sido señalada como la “presunta amante” y también como responsable de retenerlo.
Pero ella no se quedó callada. La réplica: “No lo tenía secuestrado… estaba aquí porque quiso”
Itzel Figueroa salió al paso y exigió derecho de réplica: negó secuestro, amenazas y consumo forzado de sustancias, en su lugar afirmó que todo lo que se ha dicho sobre ella es falso y que David no estaba retenido, sino que es una persona seria, callada y marcada por experiencias de vida que lo hacen hablar poco.
Pero la historia no terminó ahí.
Integrantes de la comunidad menonita llegaron en grupo y montaron lo que bautizaron como “Operativo Menonita”: rodearon el domicilio; exigieron verlo; lo sacaron del lugar; estallaron gritos, empujones y reclamos. La esposa y los hijos de David también llegaron y el ambiente se volvió todavía más tenso. Trascendió que sería llevado a un anexo para rehabilitación, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente.
Según declararon en entrevista para un medio de Rioverde, David no estaba privado de la libertad, sino que: estaba por voluntad propia con una mujer que no es de su comunidad y habría decidido dejar a su esposa e hijos, incluso se habló de que “renunciaría” a su religión En pocas palabras no lo tenían secuestrado… estaba echando pasión.
Hasta ahora lo único claro es que: hubo operativo, hubo confrontación, hubo drama familiar y el caso dividió opiniones en toda la región. Mientras tanto, autoridades piden no adelantar juicios y dejar que se esclarezca qué ocurrió realmente en esta historia que parece salida de telenovela… pero pasó en Ciudad Fernández.







