Las autoridades de las Islas Canarias informaron este miércoles que la lava del volcán Cumbre Vieja, en La Palma, perdió velocidad. Sin embargo, sigue avanzando sin parar y arrasando todo a su paso.

Hasta el momento las autoridades no reportan víctimas ni heridos, aunque los expertos estiman que la situación se prolongue por varias semanas o incluso meses, lo que aumentará los daños.

Desde que el cráter erosionó el pasado 19 de septiembre, la lava ha cubierto decenas de casas y campos y obligó a la evacuación de alrededor de 6.000 residentes. Además de 400 turistas.

El director técnico del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, informó que a cuatro días de la la erupción la lava perdió velocidad debido a que su viscosidad ha aumentado y a que «determinados hoyos naturales» se están rellenando.

Pero esto no significa que la emergencia esté próxima a terminar. El material que ha brotado de la erupción sigue avanzando sin parar mientras arrasa todo a su paso. «Se ha ralentizado, pero sigue su camino inexorable», explicó en rueda de prensa el presidente regional de las Islas Canarias, Ángel Víctor Torres.

CRM