Las recientes lluvias podrían empeorar la condición de viviendas ubicadas en zonas afectadas por fallas geológicas en San Luis Potosí, advirtió Juan Antonio Villa Gutiérrez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del municipio. Colonias como Industrial Aviación y Reyitos están en constante vigilancia por parte de Protección Civil, ante la posibilidad de hundimientos o colapsos. En particular, en la calle Centella se ha detectado un incipiente socavón que será atendido por Interapas y Obras Públicas para mitigar los riesgos.
“El daño existe, hay casas inhabitables que ya fueron demolidas por sus propios dueños, otras presentan cuarteaduras visibles, aunque todavía no representan un riesgo inminente”, detalló Villa Gutiérrez, quien invitó a la ciudadanía a reportar cualquier cambio en la estructura de sus viviendas. El problema no es nuevo ni aislado: la falla geológica atraviesa gran parte de la ciudad, desde El Saucito hasta el sur, incluyendo también el Centro Histórico, donde varios inmuebles han sido acordonados por riesgo de colapso. Ya se reportó un derrumbe en la calle Independencia esquina con Reforma.
Pero San Luis capital no es el único foco rojo. En municipios como Ciudad Valles, y en fraccionamientos de Soledad como Aurora (también llamado San José del Terremoto), La Esperanza y Tres Cantos, hay viviendas con severos daños. Así lo informó Mauricio Ordaz Flores, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil.
El funcionario explicó que están elaborando dictámenes oficiales para determinar el alcance de las afectaciones y responsabilizar a quien corresponda, ya sea a las constructoras o a las autoridades que autorizaron los desarrollos. “Antes se autorizaba sin tantos requisitos, hoy la ley exige más, y nosotros buscamos dar certeza jurídica a quienes construyen o compran una vivienda”, dijo. Ordaz también pidió diferenciar entre una simple grieta, una falla geológica o un socavón, ya que cada una requiere una intervención distinta. Algunas ya abandonaron sus casas, otras viven con miedo a que la próxima lluvia termine de fracturar su hogar, mientras tanto las autoridades se mantienen alertas a las fallas.