El mundo del rock está de luto: Ozzy Osbourne, icónico cantante de Black Sabbath y figura clave del heavy metal, falleció este martes a los 76 años, según confirmó su familia en un comunicado. “Murió rodeado de amor”, expresaron Sharon, Jack, Kelly, Aimee y Louis, quienes también pidieron privacidad en este momento de duelo.
Aunque no se ha revelado la causa oficial de su muerte, desde 2019 se sabía que Osbourne vivía con Parkinson, además de haber enfrentado múltiples complicaciones de salud en los últimos años.
Su adiós llega apenas dos semanas después de su emotivo concierto final: Back to the Beginning, celebrado el 5 de julio en el estadio Villa Park, en Birmingham. El show reunió, por primera vez en dos décadas, a la formación original de Black Sabbath —Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward— y recaudó 190 millones de dólares destinados a causas benéficas.
A pesar de su frágil estado físico, Osbourne ofreció una presentación histórica. Sentado en un trono decorado con murciélagos y calaveras, interpretó himnos como Crazy Train, Mr. Crowley y Paranoid ante 40 mil asistentes y 5.8 millones de espectadores en línea.
“No tienen idea de cómo me siento. Gracias desde lo más profundo de mi corazón”, dijo aquella noche. Así, Ozzy Osbourne se despidió como vivió: con fuerza, oscuridad y una pasión indomable por la música.
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