Una niña de tan solo 12 años, originaria de una comunidad indígena del municipio de Santa Catarina, San Luis Potosí, dio a luz recientemente en el Hospital General de Rioverde. El hecho ha encendido las alarmas entre autoridades y defensores de derechos humanos, pues se trata de un posible caso de violencia sexual infantil.
Óscar Camacho, titular de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA) en la Zona Media, reconoció que este caso refleja una problemática grave y persistente: la falta de acceso a educación sexual y servicios de salud adecuados en comunidades indígenas.
Aunque la menor y su bebé se encuentran estables y bajo seguimiento especializado, la PPNNA ya abrió una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades y garantizar la protección integral de la niña. La intervención contempla apoyo psicológico, asesoría legal y un análisis profundo del entorno en el que ocurrió el embarazo.
Autoridades advierten que en algunas zonas de la región todavía se normalizan embarazos infantiles bajo el amparo de “usos y costumbres”, ignorando que la ley mexicana los tipifica como delitos graves. Esta desconexión entre la ley y las prácticas tradicionales sigue dejando en vulnerabilidad a niñas y adolescentes que deberían estar estudiando, no criando hijos.
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