Un volcán entró en erupción en la península de Reykjanes, una región del sudoeste de Islandia, a menos de dos meses después de un episodio previo en la zona que obligó a evacuar la localidad costera de Grindavik.

La erupción comenzó alrededor de las 5:30 de la mañana, lanzando lava al cielo a lo largo de una fisura de alrededor de tres kilómetros al noreste del monte Sundhnukur.

Según los primeros informes procedente del vuelo de vigilancia de los guardacostas, la erupción tuvo lugar en la misma zona que la del 18 de diciembre.