Con firmeza y orgullo, obreros de la planta de General Motors en San Luis Potosí salieron a defender los avances que han logrado en los últimos años gracias al trabajo del Consejo de Comunicación Laboral, el cual fue instalado de manera temporal y ahora busca consolidarse como el sindicato “Carlos Leone” para representar oficialmente a la base trabajadora.
A pocos días de que más de 6 mil 500 trabajadores elijan en votación al sindicato que los representará ante la empresa, integrantes del consejo señalaron que han sido ellos, desde adentro, quienes han conseguido verdaderas mejoras laborales y no representantes externos que —según denuncian— ni siquiera se presentan en la planta.
“Nos conocen, saben cómo trabajamos y lo que hemos logrado”, aseguró Kévin Cristopher Mercado Cárcamo, con nueve años en el área de transmisiones. “No necesitamos que venga un sindicato de fuera a hablar de lo que no vive”.
El llamado se da en respuesta a la reciente solicitud del sindicato SINTTIA para obtener la representación en la planta. Sin embargo, los obreros que han formado parte del Consejo Laboral —y que ahora impulsan el nuevo sindicato Carlos Leone— aseguran que esa propuesta no representa la voz ni las necesidades reales del personal de GM San Luis.
“Nosotros sí hemos dado resultados: mejores salarios, mejores prestaciones, un ambiente más justo. ¿Dónde estaban ellos cuando luchábamos por eso?”, cuestionó Susana Guadalupe Martínez Ramírez, quien ha trabajado más de 13 años en el área de Ensamble.
Por su parte, Guillermo Estrada Rodríguez fue enfático: “Nos quieren desacreditar con discursos, pero los números no mienten. Hemos logrado incrementos que ni siquiera en Silao tienen”.
Entre testimonios de trabajadores con más de una década en la empresa —como Vicente Pecina De Jesús, Pedro Luis Macías Vargas y Carlos Eduardo Alfaro Botello—, la narrativa fue clara: el cambio y la mejora han venido desde adentro, no de representantes ausentes.
Del 25 al 27 de junio, el futuro sindical de GM San Luis estará en manos de sus trabajadores, quienes votarán por el grupo que firmará el próximo Contrato Colectivo de Trabajo. La planta se prepara para una jornada crucial en la que la voz de cada obrero definirá el rumbo de su representación laboral.