Científicos de la Universidad de Witwatersrand han planteado una medida inusual para combatir la caza furtiva de rinocerontes: inyectar material radioactivo en sus cuernos.
La técnica, que según los investigadores no afecta la salud de los animales, permitiría detectar cuernos de contrabando en aeropuertos y puertos de todo el mundo. Durante seis años, el equipo probó el método sin registrar daños en los ejemplares tratados.
Sudáfrica alberga la mayor población de rinocerontes del planeta, pero cada año cientos son cazados ilegalmente para abastecer mercados de Asia, donde sus cuernos se usan en la medicina tradicional. La propuesta busca cerrar el paso a este lucrativo comercio y proteger a la especie.