“Pude haber muerto”: joven denuncia en comunicado brutal golpiza por personal de seguridad del bar Tóxic

“Todavía me cuesta procesar lo que viví. Me duele el cuerpo, pero me duele más la indignación de saber que mi integridad fue pisoteada sin consecuencia alguna”. Así resume Javier Zambrano la madrugada de terror que vivió en el bar Tóxic, ubicado en la calle Iturbide #925 del Centro Histórico de San Luis Potosí. El joven denunció públicamente haber sido víctima de una agresión física brutal por parte del personal de seguridad del antro, así como de una tercera persona, sin que nadie —ni el público presente, ni la policía— interviniera para ayudarle.

Zambrano relata que llegó al bar alrededor de la 1:00 a.m. del sábado pasado para encontrarse con una amiga. Todo transcurría con normalidad hasta que, cerca de las 4:30 a.m., subió al baño en el segundo piso y fue interceptado por dos guardias. “Me acusaron falsamente de orinar en el pasillo, cuando claramente estaba dentro del baño”, narra. Según su testimonio, en ese momento fue estrangulado, sometido con violencia y arrastrado escaleras abajo hasta la calle.

Ya afuera, los hechos escalaron. El joven pidió los nombres de los agresores, pero en respuesta fue nuevamente empujado, inmovilizado y golpeado con extrema violencia. “Me tiraron al piso y me golpearon la cara varias veces. Me fracturaron una costilla, me despostillaron dientes y terminé cubierto de sangre”, señala.

Como si no fuera suficiente, un tercero —que Javier no ha podido identificar— se sumó a la golpiza, lanzando insultos homofóbicos antes de atacarlo. “Intenté defenderme, pero ya estaba demasiado débil después de las dos agresiones anteriores. Nadie me ayudó, ni dentro del lugar ni en la calle”, denuncia.

Zambrano también acusó que tras llamar al 911, los agentes que acudieron al sitio se limitaron a hablar con los guardias y se retiraron sin prestarle ayuda alguna. “Fue el colmo de la impunidad. Pude haber muerto y nadie hizo nada”, dijo con impotencia.

Horas después, ya en urgencias médicas, recibió atención por fracturas, hematomas y heridas abiertas en el rostro. Posteriormente interpuso una denuncia penal ante la Fiscalía del Estado por lesiones graves, además de presentar una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos. También buscará que se investigue el delito de agresión por motivos de odio.

En su mensaje, que rápidamente se viralizó en redes sociales, Javier aseguró haber recibido mensajes de otras personas que también han sido víctimas de abuso por parte de los mismos guardias del bar Tóxic. Además, señaló que los empleados del lugar han intentado desacreditarlo públicamente.

“Me acusan de provocar la situación cuando fui yo quien recibió tres agresiones en la misma noche. Lo único que busco es justicia”, expresó.

Asimismo, reveló que un presunto representante del lugar intentó sobornarlo para que borrara su publicación en redes sociales. “Aceptó hacerse cargo de los gastos médicos, pero cuando le mandamos el desglose, desapareció. Me quiso comprar para que me callara y no dañara la imagen del lugar”, aseguró.

Finalmente, Javier Zambrano hizo un llamado al gobernador Ricardo Gallardo para que intervenga y dé seguimiento a su caso, al tiempo que exigió que el establecimiento sea clausurado y se investigue a fondo la conducta de su personal de seguridad.

“Levanto la voz porque nadie merece ser brutalmente agredido de esta manera. Tóxic tiene que asumir su responsabilidad. La seguridad no puede seguir siendo sinónimo de violencia.”

— Javier Zambrano.

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