Un enorme socavón se abrió frente a un kínder del fraccionamiento Colorines, justo sobre la calle Colibrí, entre los números 200 y 205-A, desatando la preocupación entre padres de familia y vecinos. El hundimiento, a escasos metros del plantel, puso en evidencia una grave falla en el sistema de drenaje que llevaba tiempo colapsando sin ser atendido.
Interapas confirmó que el socavón fue provocado por el derrumbe de tuberías subterráneas, lo que debilitó el pavimento hasta hundirlo por completo. La situación no solo representa un riesgo para los automovilistas, sino especialmente para los menores que acuden a diario al kínder ubicado en la zona.
“No queremos una tragedia, solo que lo arreglen antes de que sea demasiado tarde”, reclamaron con indignación los habitantes, quienes han denunciado la falta de mantenimiento en la infraestructura urbana.
Por ahora, Interapas acordonó el tramo entre Jilgueros y Paseo de los Colorines y comenzó labores con maquinaria pesada para retirar el ducto dañado y colocar uno resistente. Vecinos exigen que las reparaciones no sean sólo un parche temporal y que se revise toda la red de drenaje para evitar futuras tragedias.
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