Una cabeza olmeca, inspirada en una mujer indígena, y que llevará por nombre Tlali, ‘tierra’ en lengua náhuatl, será la que reemplace al monumento a Cristóbal Colón en Paseo de la Reforma de la Ciudad de México.

De acuerdo con Pedro Reyes, escultor encargado de la obra, Tlali está inspirada en una cabeza olmeca y por ser una aportación única: “no es algo que pertenece a un cuerpo, es una entidad en sí misma».

La idea surge a partir de formar una alegoría de la ‘tierra’ y el uso del lenguaje de la cultura de La Venta resolviendo un primer problema: el género. Esto a partir de que todas las cabezas olmecas referencian al género masculino.

Entre sus características destacan uno ojos felinos, sus labios que representan a“dos serpientes encontradas como el origen del cosmos”. En su peinado lleva dos trenzas que se cruzan formando un Ollin, día del calendario y símbolo de las fuerzas de la tierra expresadas en volcanes y terremotos.

CRM