En Austria, tres monjas de entre 82 y 88 años protagonizaron una inusual fuga: abandonaron el asilo de ancianos al que habían sido enviadas en 2023 para volver al convento Kloster Goldenstein, donde habían pasado gran parte de sus vidas.
La hermana Bernadette, de 88 años, junto con Regina (86) y Rita (82), lograron regresar con la ayuda de exalumnas y hasta de un cerrajero.
“Extrañaba mi hogar en la residencia. Estoy muy alegre y agradecida de estar de vuelta. Teníamos el derecho a quedarnos aquí hasta el final de nuestras vidas y eso fue vulnerado”, declaró Bernadette a la BBC.
El caso ha generado debate en torno a la autonomía de las religiosas y el derecho a decidir dónde pasar sus últimos años.