Un avance médico histórico podría transformar la vida de millones de personas con diabetes tipo 1. Investigadores de Sana Biotechnology lograron que células pancreáticas, tomadas de un donante sin diabetes y modificadas genéticamente, produjeran insulina en un paciente.
Las células fueron implantadas en el brazo del voluntario y, durante seis meses, no presentaron rechazo. Además, comenzaron a generar insulina de manera natural para regular los niveles de glucosa en la sangre.
De confirmarse en más estudios, este tratamiento podría eliminar la necesidad de inyecciones diarias de insulina y abrir una alternativa real para quienes viven con esta enfermedad crónica en todo el mundo.