El reciente revuelo por el supuesto jabón usado de Sydney Sweeney reavivó el debate sobre los objetos más absurdos —y costosos— que algunos fans están dispuestos a comprar de sus celebridades favoritas.
No es la primera vez que el mundo del espectáculo nos sorprende con productos insólitos: desde pañuelos usados, chicles mascados, hasta el aire «exhalado» por Brad Pitt y Angelina Jolie, e incluso un fragmento de cálculo renal de William Shatner, han sido subastados o vendidos por cifras que superan los cientos —y a veces miles— de dólares.
Aunque suena descabellado, en muchos casos estas extravagancias tienen un propósito positivo: el dinero recaudado suele destinarse a causas benéficas.
La pregunta es inevitable: ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por un objeto «íntimo» de tu ídolo?
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