En medio de una tormenta política al interior del PRI potosino, el alcalde de San Luis Potosí, Enrique Galindo Ceballos, salió a desmentir categóricamente las acusaciones de que habría metido mano en el proceso que terminó con la anulación de la elección de su dirigencia estatal.
Todo comenzó cuando Alberto Rojo Zavaleta, abogado del PRI y secretario técnico del Consejo Político Estatal, insinuó que las personas que promovieron el juicio contra la actual dirigencia son afines al Ayuntamiento de la capital y que incluso están respaldadas por el mismo despacho jurídico que colabora con el municipio. La respuesta de Galindo no se hizo esperar y fue tajante: “No lo dije yo, lo dijo un tribunal. Él perdió porque es un mal abogado. Y ya con eso acabé”, declaró el edil en entrevista.
El Tribunal Electoral del Estado (TEESLP) ordenó reponer el proceso interno del PRI tras considerar que hubo irregularidades en la sesión del Consejo Político Estatal del pasado 3 de diciembre. La resolución desató una nueva crisis al interior del tricolor, que ya arrastraba tensiones similares a las vividas por el PAN en meses anteriores. Pero Galindo insiste: él no tuvo nada que ver. “A Rojo le gusta usar mi nombre, pero eso no va a cambiar su mala defensa legal”, concluyó el alcalde.
Mientras tanto, el PRI potosino sigue navegando en aguas agitadas, tratando de reestructurarse en medio de acusaciones, desmentidos y una evidente fractura interna.
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