El gobierno de México anunció la eliminación del impuesto a los videojuegos considerados violentos, una medida que había sido planteada bajo el argumento de que este tipo de contenidos promueven conductas agresivas entre jóvenes.
La presidenta Claudia Sheinbaum explicó que la decisión responde a la dificultad para establecer una distinción clara entre videojuegos violentos y no violentos. “Ya no se va a cobrar ese impuesto; es muy difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no”, señaló.
Aunque la medida estaba prevista para aplicarse con la Ley de Ingresos de 2026, el gobierno optará ahora por impulsar campañas de concientización dirigidas a jóvenes y adolescentes sobre el consumo responsable de videojuegos y su relación con la violencia, en lugar de una carga fiscal al sector gamer.
