Reflexión

Abr 12, 2021

Tomemos un momento para reflexionar por qué casi siempre preferimos quejarnos, que hacer algo para cambiar las cosas.

¿Sabían que únicamente nos quejamos de situaciones que, por su propia naturaleza, nosotros mismos podemos cambiar? Como un mejor sueldo, una pareja más amorosa, una mejor casa, comida más saludable incluso un mejor Gobierno, pero estas cosas requieren que hagamos un verdadero cambio en nuestra forma de pensar.

Si no supiéramos que la situación por la que nos quejamos podría mejorar, simplemente no nos quejaríamos, ya que no podemos quejamos de situaciones sobre las que no tenemos poder alguno, por ejemplo: ¿Alguna vez han escuchado a alguien quejarse de la gravedad? No lo creo, ¿han visto a algún anciano inclinado por la edad, quejarse de la gravedad? Seguro que no.

Pero ¿por qué no? De no ser por la gravedad, la gente no se caería de las escaleras o los aviones no se estrellarían, pero nadie se queja de eso porque la gravedad simplemente existe y nada podemos hacer, y sabemos que quejarnos no cambiará nada.

Quejarse significa que tenemos un punto de referencia de una situación mejor que preferimos, pero que no tenemos la voluntad de cambiar. ¿Y por qué no simplemente la cambiamos? Porque involucra un riesgo, el riesgo de equivocarnos, el riesgo de ser despedidos, de quedarnos solos, de ser juzgados por otros, y estos cambios requieren un esfuerzo adicional que preferimos evitar.

¿Alguna vez han notado que casi siempre nos quejamos con las personas equivocadas? Por ejemplo, vamos al trabajo y nos quejamos de la situación en casa con nuestra esposa, después vamos a casa y nos quejamos con nuestra esposa sobre cosas del trabajo, ¿Pero por qué? Porque es más fácil y menos riesgoso, ya que se requiere coraje para decirle a tu esposa que no eres feliz con la situación en casa, también se requiere valentía para sugerir a tu jefe una mejor planeación en la oficina para no trabajar los fines de semana.

Debemos remplazar el quejarnos con tomar acciones que nos hagan alcanzar los resultados deseados. Depende de nosotros hacer un cambio, de hacer hacer la diferencia. El mundo no nos debe nada, nosotros debemos de crearlo.